jueves, 17 de julio de 2008

PARQUE MANILA (poesía) Rogelio Fabio Hurtado



A Juan Miguel Espino, amigo
La caída de la tarde tantas veces Desde ese cuarto de Manila vimos Apacentarse sobre la arboleda -Dorando el suave sol con su tardanza Las viejas azoteas del Cerro, grises-. Conversando la noche nos rodeaba colando y recolando la borra y la amargura Por el tamiz de tu amistad segura.
Contigo ya nos vamos todos juntos del cuarto que encontrábamos dispuesto: Lana con que abrigar nuestra carencia, Taller donde coser nuestra esperanza, Posada breve, iglesia de emergencia Para estos peregrinos de intemperie Que fuimos siempre menos tus amigos.
Qué azorado estará el noble taburete -Desfondado y cordial mejor que un trono-Y qué extraña la mesa sin tus plumas, Qué cesantes las puertas y ventanas, Qué huérfano el zapato jorobado Que se olvidó debajo de la cama.
Mi voz ya no penetra ese cristal.

El pasado ha pasado de repente Como
una estatua que se descabeza, Y ahora
nos vamos, gente entre la gente, Borrándonos de pie bajo el umbral. No
hay trago que humedezca esta tristeza. Ya
el aeroplano cabe en una lágrima.
21-6-82

EL POETA ENTRE DOS TIGRES